Recibe el encargo de una persona que vive sola y es una casa para el verano. Va a
tener, por tanto, una enorme libertad programática, y esto le va a llevar a resolver el
proyecto con tres piezas: tres planos paralelos de color blanco, que define todo el
proyecto sin intervenir prácticamente en el paisaje.
Tenemos una plataforma a 0.8m del suelo, otra superficie a 0.6m que se convierte en
el suelo habitable de la casa, y finalmente la cubierta que cubre un espacio que está
delimitado interiormente por una lámina de vidrio que define la vivienda.
Elevando la vivienda Mies consigue tres cosas:
- Evitar las inundaciones, ya que la casa está muy cerca del rio.
- Control visual del exterior.
- Cierta desconexión de la realidad. Ya que realmente Mies quiere transmitir
la idea de objeto artificial que no compite con la naturaleza si no que está
de manera artificial e incluso desconectada del suelo.
En cuanto a la estructura son 4 porticos de pilares, separados 6.6m y salvando una luz
de 8.5m. Las esquinas están libres de estructura, por lo que permite la unión del vidrio.
Interiormente no hay particiones, tan solo una caja de instalaciones que se sitúa en el
centro. En torno a esta caja fluye un entorno que no está delimitado, sino insinuado,
con espacios suficientemente cualificados y ambiguos para que valgan para diferentes
usos.
Mies diseña todo, desde el mobiliario hasta lo más general. Continúa con la idea de no
competir con la naturaleza. Mies propone crear un espacio de contemplación de la
naturaleza. Y por otro lado, un espacio en que la arquitectura y la vida humana estén
reducidas a la esencia (eliminando lo anecdótico).
Imágenes obtenidas de Google Imágenes.